cumplir un sueño con miedo y con alegría
Bueno, ahora sí… con cierto cosquilleo en la panza, pero muy contenta lo hecho, me lanzo a una nueva aventura: me voy .
No sé con qué me voy a encontrar, seguramente con cosas lindas y también con cosas feas, porque viajar es eso: un combo de momentos mágicos y de otros que te sacuden. Y ¿sabés qué? No importa.
Siempre escuché que la felicidad está justo detrás del miedo, esperando a que uno se anime a atravesarlo. Y en este momento siento exactamente eso: miedo y felicidad, los dos juntos, de la mano, empujándome hacia adelante.
Estos lugares siempre me llamaron la atención. Sus paisajes, sus colores, su caos ordenado, su espiritualidad, sus mercados que parecen carnavales de aromas y sabores… todo me daba curiosidad. Y también esa sensación de que allá podía aprender algo más sobre mí misma. Porque al final, cada viaje es un espejo: en la gente que conozco, en los lugares que piso, en las conversaciones improvisadas… siempre aparece algo que me enseña, que me refleja.
Y como creo que los sueños son para cumplirse en vida y no dejarlos guardados para “algún día”, acá estoy: con miedo, sí, pero con muchísimas ganas. Sé que de todo esto va a salir algo bueno, porque incluso en lo que no me guste también habrá una lección, una historia para contar, una anécdota para reírme después.
Así que empiezo esta nueva etapa con la promesa de compartir lo que pueda, lo que me salga, lo que vaya sintiendo. No como una guía perfecta, sino como un relato real, con mis tropiezos, mis asombros y mis carcajadas.
Se viene.Luego les cuento por donde ando .
